El reparto de Martner


Ex presidente del PS, Gonzalo Martner es escéptico al rol de una AFP estatal, como lo ha propuesto Bachelet. A su juicio, el actual modelo incumplió su promesa de rentabilidad y hay que cambiarlo por un sistema de repartos, donde los jóvenes financian a los jubilados.

En los pasillos de la Universidad de Santiago reina el silencio. El plantel está en paro y sus académicos son los únicos que transitan por el terreno de Estación Central. Uno de ellos es el ex presidente del Partido Socialista Gonzalo Martner (56). El economista, hoy profesor de esa casa de estudios, sigue atento el debate sobre el sistema previsional: durante años ha escrito libros y papers sobre las reformas que requiere el modelo de cotizaciones en Chile. A su juicio, éste hizo agua al no asegurar las pensiones que prometió en sus orígenes. 
Al mismo tiempo, el socialista es crítico sobre las promesas hechas por los candidatos a La Moneda. Según él, nadie, ni siquiera la ex presidenta Bachelet, plantea una mejora real al sistema, sino soluciones parche. ¿Su consejo? Instaurar el método de repartos, donde la fuerza laboral financie a los pensionados. En otras palabras, que las cotizaciones dejen de ir a las AFP y sean administradas por una cuenta común, que recoja el comportamiento histórico y asegure una jubilación mínima.

-Los candidatos a La Moneda plantean varias propuestas. ¿Cómo se soluciona el actual sistema?
-El éxito o fracaso de un sistema se mide por dos indicadores: la tasa de cobertura y la tasa de reemplazo de los salarios por pensiones. Lo que hoy está en crisis, y se refleja en el debate político, es la baja tasa de reemplazo del sistema de capitalización individual. Y las soluciones que se dan son más de lo mismo: subir la tasa de cotización al 12% ó 13% y bajar costos de administración. En esto último tiene razón el presidente Piñera, al plantear que hay un asunto pendiente en los costos de administración que cobran las AFP. Entonces, si vemos que se propone aumentar en dos o tres puntos más la cotización personal, sin que se corrija este cobro, esta alza irá a parar a los bolsillos de las AFP. Ahí yo digo no, muchas gracias.

-¿Cómo se soluciona este ítem particular, el costo de administración de cada cuenta?
-El mecanismo establecido en la reforma de 2008 tuvo un avance al licitar la cartera a un nuevo actor (AFP Modelo) que ofreció comisiones de administración más bajas. Eventualmente, esto se podría ampliar al conjunto total de afiliados, instaurando un modelo parecido al seguro de desempleo, donde periódicamente se licita a una sola entidad la administración de las cuentas del sistema. Esto bajaría las tasas y creo que el presidente Piñera lo podría recoger. Pero todo esto es insuficiente para arreglar el modelo.

-En bajar las comisiones es donde emerge la idea de una AFP estatal, como la propuesta de Michelle Bachelet.
-Hasta donde entiendo, ése es el objetivo que tienen en mente: bajar las comisiones con el ingreso de un nuevo actor. Pero con tasas de reemplazo de 30% para las mujeres y 55% para los hombres, que son las que registrará la mayoría de los asalariados, la creación de una AFP estatal no va a hacer por sí sola que las pensiones lleguen al 70% del sueldo, como se prometió. 

-¿Cuál es el fin de introducir al Estado en el sistema?
-Teóricamente se inyectaría más competencia. Pero ahí le pongo el caso del BancoEstado. Está en el sistema, pero los bancos siguen teniendo utilidades del 20% anual. ¿Qué rol de introducir competencia juega entonces el BancoEstado? El hecho de que haya una entidad estatal en un mercado no garantiza una mayor competencia.

-¿Cómo se ataca entonces el mayor problema del sistema, que son las bajas pensiones?
-Atacando la densidad de las cotizaciones. Tenemos un mercado que tiene un historial laboral lleno de interrupciones. ¿Qué hacemos? ¿Esperamos a que todos sean estables, con pocas lagunas previsionales y vemos si ahí funciona? ¿O tratamos de hacer una cosa distinta? Eso implica hacer algo que para muchos en Chile es un crimen de lesa humanidad, un horror, que es el sistema de repartos.

-Sistema que ha sido demonizado por los economistas
-Demonizado por los economistas neoliberales de Chile. Pregúnteles a los últimos cinco premios Nobel de Economía de Estados Unidos qué opinan del sistema vigente en ese país. El 90% de ellos opina que el modelo de repartos, bien gestionado, es una mejor solución al de capitalización individual. 

-Los críticos dicen que al envejecer la población, el sistema de reparto no se sostiene.
-Leamos al premio nobel Peter Diamond. Su conclusión es simple: cuando se da ese escenario, se pueden hacer pequeñas correcciones, como aumentar la productividad, subir la tasa de cotización, bajar la tasa de retorno o aumentar la edad de jubilación. El modelo tiene parámetros que se pueden ir ajustando.

-¿Entonces su propuesta es eliminar las AFP?
-Yo digo que hay que introducir un tercer pilar. Al pilar solidario y las cotizaciones individuales en AFP que existen, agreguemos un sistema de reparto.

-¿Una coexistencia de ambos modelos?
-Que el grueso de la cotización obligatoria sea administrada por una cuenta nacional que asegurará cierta renta de acuerdo al histórico de aporte. Si alguien quiere aumentarla, que complemente con una AFP.

-Pero nuestro modelo ha sido exportado a más de 30 países, tan mala idea no debe ser.
-Eso es un mito, una propaganda. Sólo en Chile no existe un sistema de reparto. En todas partes está presente o combinado con el modelo de cotización individual. Además, esto no es un invento chileno, ya que capitalización individual existe desde el siglo 19. No es una obra de José Piñera. Ni su hermano cree que se está cumpliendo la promesa original.

-Su idea parece radical, que ni siquiera los candidatos de la centroizquierda han recogido
-Todavía.

-¿Cree que alguien podría tomarlo?
-Espero que sí. Las ideas se demoran en avanzar. El incremento al impuesto en las empresas era algo intocable y ya Piñera lo subió al 20% y ahora se habla de llevarlo al 25%. La tendencia es clara.

-¿Es tan clara la tendencia? Más bien parece un tanto errática, porque Bachelet habla de subir impuestos a las empresas, y luego plantea bajar tributos a los ricos.
-Soy partidario de Michelle Bachelet, votaré por ella, pero me parece un gravísimo error lo que propone. Una vez más está señalizando para la izquierda y está doblando a la derecha.

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