Columna publicada en el diario La Nación el 13 de noviembre de 2007 Desde que estalló en agosto de 2007 la crisis del subprime , el crédito hipotecario de alto riesgo, se reveló no sólo la depresión del mercado inmobiliario residencial en EE.UU., sino también la fragilización de la economia mundial, que hasta aquí había podido absorber una tendencia impresionante de incremento del precio del petróleo. Hacia mediados de agosto, la Federal Reserve (FED, banco central de EE.UU.) constató los efectos negativos de la coyuntura financiera sobre su economía bajando sus tasas, en un contexto en que la actividad y los precios del petróleo y de los alimentos alimentaban un incremento de la inflación, demostrando una conducta pragmática. Esa misma conducta de la que carece nuestro banco central, que sufre del síndrome deflacionista y que va acentuando las diferencias entre las tasas de interés en Chile y en el mundo, presionando a la baja el tipo de cambio y agregando un nuevo factor de desacele...