En Voces La Tercera El discurso presidencial del 21 de mayo no abundó en “anuncios”, y no tiene por qué ser así. Antes bien, la presidenta reiteró su plan de gobierno y repasó sus logros, que no son pocos en un año, y abordó varias de las dificultades que se han presentado en su gestión. Se trata, entonces, propiamente de una cuenta a la Nación. Llama la atención que la palabra “reforma” desapareciese del léxico, pero fue sustituida reiteradamente por la noción de “proceso transformador” y de “transformaciones de fondo”. Y eso es lo que la presidenta ha vuelto a indicar como su ambición. Concluida en septiembre pasado la reforma tributaria –que desgraciadamente no recaudará lo suficiente y complejizó en extremo el sistema de tributación de la renta de empresas y personas- la Presidenta abundó en la reforma educacional, e indicó, otra vez sin precisiones, su voluntad de dotar a Chile durante su gobierno de una nueva constitución. Eso en materia de sus tres prioridades de campaña...