A propósito del debate generado por el proyecto de ley de iniciativa parlamentaria Bustos-Rossi para permitir la eutanasia (la despenalización de la muerte asistida) y el anuncio de los senadores Girardi y Ominami de proponer una serie de legislaciones, incluyendo la despenalización del aborto terapéutico, se ha evidenciado una vez más la intolerancia de algunos en nuestra sociedad. Hasta estuvo en cuestión la destitución de las autoridades de la Cámara de Diputados, en circunstancias que, como bien lo explica el diputado Montes (ver en www.lecturas-gm.blogspot.com), sólo le cabía dar cuenta de un derecho que les asiste a los representantes del pueblo en nuestro país. A su vez, estuvo en cuestión la supervivencia de la Concertación, para algunos más extremos, y también la relación de parlamentarios con el gobierno. En un país democrático, a todos les asiste el derecho de plantear debates, especialmente si son elegidos por el pueblo. El argumento según el cual sólo debe debatirse lo que...