Si alguien quisiera listar eventuales méritos del capitalismo, como su propensión a acumular, entre estos con certeza no se encontraría el de su capacidad de autoregulación financiera ni su estabilidad productiva. De acuerdo a Galbraith, los desastres financieros en las economías de mercado se olvidan con rapidez, y la siguiente generación “plena de juventud y siempre con una enorme confianza en sí misma” vuelve a tropezar con la misma piedra. Por ejemplo en los últimos veinte años. Seguir leyendo
domingo, 21 de diciembre de 2008
Suscribirse a:
Comentarios (Atom)
Entrada destacada
92 años de tomar partido
Publica hoy el escritor argentino Martín Caparrós en El País un diagnóstico terrible sobre los partidos políticos: "Se puede tomar part...
-
En La Nueva Mirada Según el acuerdo alcanzado entre el gobierno, el oficialismo y la derecha en el Senado, se producirá un aumento previst...
-
En estos días hay quienes han relanzado el debate sobre la ética de la convicción y la ética de la responsabilidad, para descalificar...