¿Qué diríamos en Chile sí al lado de los lugares de votación hubiera puestos de control del partido de gobierno de tarjetas que permiten acceder a bienes básicos, en medio de una grave escasez? ¿No lo llamaríamos cohecho? Sí, es cohecho y manipulación y debe criticarse, aunque también lo hagan los conservadores. Criticable ha sido también que un parlamento ganado por la oposición haya sido desconocido y sustituido por una asamblea constituyente conformada de un modo no representativo. Criticable es una conducción económica basada en las rentas del petróleo y en el endeudamiento, especialmente con China, que según los vaivenes de la coyuntura permite distribuir más o menos subsidios sin una estructura productiva coherente, y, máxima paradoja, con una producción petrolera que decae. Esto no es atribuible primordialmente al boicot externo sino que a la gestión clientelista interna. Lo reprochable en la conducta de Maduro es su voluntad de mantener el poder a toda costa para él y su casta...