En La Mirada Semanal Es difícil pensar que la idea de Sebastián Piñera de proponer un pacto para enfrentar la pandemia y sus consecuencias en los próximos dos años, después de meses de no hacerse caso más que a sí mismo, no tenga que ver con sus crecientes dificultades. Se ha puesto ya en evidencia el fracaso de su estrategia que no puede sino calificarse de “pro-economía” frente a la pandemia en curso. El resultado ha sido la aceleración de los contagios y muertes. Las declaraciones del ministro de salud sobre el hecho que “las fórmulas de proyección con las que yo mismo me seduje en enero se han derrumbado como castillo de naipes” y el “navegamos en una suerte de oscuridad” han sido sorprendentes e inquietantes. No obstante, el país necesita una acción disciplinada y coherente para enfrentar la pandemia y sus consecuencias económicas y sociales. La deliberación pública, aunque sea tardía, sobre un mínimo básico de acción colectiva es indispensable, más allá de las intenc...