Un grupo de personas que se identifican con la Concertación ha entregado un manifiesto, lo que se agradece en tanto permite promover el debate de ideas sobre el futuro del país que tanto hace falta en la esfera política. Se trata de un grupo constituido por algunos dirigentes políticos y ex autoridades, algunos devenidos en jefes de empresas de lobby que, mediante pago por otras empresas, defienden profesionalmente intereses particulares buscando influir sobre las autoridades elegidas por el pueblo, y otros devenidos en empresarios o directivos de empresas, incluyendo algunos del dominio de la educación privada subvencionada. Pero hagamos un ejercicio de abstracción de la proveniencia de los firmantes –difícil, es cierto- y revisemos la idea central que inspira los temas y propuestas tratados. En efecto, resalta la curiosa afirmación inicial del manifiesto de que “la identidad concertacionista dejó de ser diferenciadora, porque la hicimos identidad de todo el...