En La Nación del lunes 10 de diciembre se publicó el artículo "El proyecto chileno" . Chile es un país pequeño y alejado de los centros de decisión. Estamos acostumbrados a ver los fenómenos globales como ajenos. Sin embargo, tenemos una influencia que ganar, junto a otros, y que necesitamos precisamente porque somos pequeños y lejanos. Mientras más el mundo se rija por reglas racionales, mejor podremos enfrentar las consecuencias de los desordenes globales. Y la nuestra no puede ser sino una influencia amistosa basada en ideas y trayectorias. Un ejemplo es el calentamiento global, que tendrá graves consecuencias, y desde luego en Chile. Se está justo a tiempo para impedir que supere el umbral fatal de los dos grados centígrados. Y nuestro país debe tener una voz en la materia, y un fuerte programa propio de reducción de emisiones de gases con efecto invernadero que nos dé autoridad para reclamarla, con otros, a los grandes países que provocan el problema. Al esfuerzo de alc...