La situación del empleo al iniciarse el nuevo gobierno

Revisar periódicamente la situación del empleo es indispensable para diagnosticar la coyuntura económica y la situación social del país. En esta nota registramos los principales datos de empleo al producirse el cambio de gobierno.
En el primer trimestre de 2022, según la encuesta de empleo del INE, la población ocupada es aún inferior en 318 mil personas a la existente en el trimestre de mayor actividad previa (noviembre 2019-enero 2020) e inferior en 280 mil personas al volumen del trimestre de mayor empleo corrigiendo los efectos estacionales (julio-septiembre de 2019). Este rezago del orden de 300 mil empleos no recuperados, según la referencia que se adopte, corresponde a puestos de trabajo en actividades por cuenta propia y al trabajo informal, pues el trabajo asalariado formal se ha más que recuperado desde la crisis de 2020.
El empleo total creció en 0,3% anual en el primer trimestre. Este es un ritmo más lento que el registrado en el segundo semestre de 2021 y similar al del nivel previo a la crisis, según se observa en el gráfico respectivo.


La tasa de desempleo ampliada (que incluye a las personas que desean trabajar aunque ya no estén buscando activamente un empleo, tasa más representativa que la de desempleo que solo considera a los desempleados que buscan trabajo), pasó de un 15,3% en el último trimestre de 2021 a un 15,7% en el primer trimestre de 2022, según se observa en el gráfico. Había alcanzado un 30% en el momento más álgido de la crisis y experimentó luego un mejoramiento sustancial, pero en la coyuntura exhibe el leve aumento mencionado.


La población desempleada sumó 744 mil personas, mientras las personas inactivas pero dispuestas a trabajar sumaron otras 850 mil, totalizando cerca de 1,6 millón de personas en situación de desempleo. Hace dos años, antes de la crisis, la cifra alcanzaba a 1,46 millón de personas. En el primer trimestre de 2022, la cantidad de personas en esta situación ha aumentado en 75 mil respecto al trimestre final de 2021.




Los pagos por Seguro de Cesantía alcanzaron solo a 160,9 mil personas en febrero (último dato disponible), lo que revela que este dispositivo tiene una baja cobertura del universo de cesantes y no está cumpliendo suficientemente su función de protección. Se registra, en todo caso, un aumento respecto de las 150,1 mil personas que recibieron el pago en enero, después de una caída sistemática desde marzo de 2021, según se observa en el gráfico.


Por su parte, el empleo informal sumó 2,4 millones de personas y alcanzó el 27% del total de 8,8 millones de personas ocupadas. Las personas jóvenes que no estudian ni trabajan sumaron unas 390 mil. La precariedad en la inserción a través del empleo sigue siendo muy significativa.
Cabe poner especial atención a la evolución del empleo asalariado formal, medido a través del registro administrativo de dependientes cotizantes en la seguridad social, un dato directo y confiable que no proviene de la encuesta del INE, la que por definición tiene un margen de error. Este tipo de empleo, el principal en la economía chilena (el resto de los puestos de trabajo está constituido por la actividad por cuenta propia y por la informalidad), ha alcanzado 5,842 millones de personas en el trimestre noviembre 2021-enero de 2022 (último dato disponible), de un total de ocupados estimado por la encuesta INE en 8,7 millones en la misma fecha. El empleo formal ha experimentado un incremento de 311 mil unidades respecto al nivel previo a la crisis hace dos años. La tendencia al alza refleja el aumento del PIB en 2021 (12%) y el positivo efecto sobre la formalización que producen los subsidios temporales al empleo y al salario mínimo (este será desde mayo, dicho sea de paso, de 22 mil pesos para las empresas con ventas hasta 25 mil UF y un monto decreciente para las con ventas hasta 100 mil UF). No obstante, el efecto de los subsidios al empleo sobre la creación de nuevos puestos de trabajo propiamente tal es probablemente bajo, según muestran los estudios comparados cuando se aplican estas políticas de subsidio. Las empresas realizan contrataciones adicionales básicamente si perciben un horizonte positivo de ventas.



En la coyuntura, como probable efecto de la política de alzas sistemáticas en la tasa de interés, se ha producido una caída de -58,4 mil empleos asalariados formales en enero (último dato disponible) respecto al mes anterior. En el mismo sentido, los créditos hipotecarios, según la Asociación de Bancos y la CMF, registraron una disminución real anual de -54% en marzo, lo que tendrá un directo impacto en la construcción y sus insumos y efectos adicionales sobre el empleo formal en el futuro próximo.





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