El nuevo ciclo del cobre y la producción de Codelco
La demanda de cobre pasará de 28.3 millones de toneladas en 2020 a 40.9 millones de toneladas en 2040, con una tasa de crecimiento anual del 1,9%, según una reciente investigación del Grupo CRU para la Internacional Copper Association.
El crecimiento más significativo en la demanda de cobre se espera en la India y en la Asociación de Naciones del Sudeste Asiático (ASEAN) por el auge en las industrias manufacturera y de construcción. La demanda de alambre de varilla experimentará allí un aumento notable debido al desarrollo de infraestructura energética. Para 2040, el alambre de varilla constituirá alrededor del 60% de la demanda total de cobre, alcanzando aproximadamente 25 millones de toneladas. Si bien el informe detalla que se espera una ligera disminución en la participación del mercado global de alambre y cable de cobre debido a la sustitución, proyecta que el cobre mantendrá una participación del 80% en el largo plazo. Esta disminución será compensada por el crecimiento en otras aplicaciones de uso final y la transición hacia la energía verde.
La investigación destaca el papel de las aplicaciones verdes en la demanda futura de cobre en la transición hacia fuentes de energía sostenible. Se espera que las bombas de calor de fuente de aire, en particular, contribuyan significativamente, con ventas proyectadas para cuadruplicarse de 13 millones de unidades en 2020 a 52 millones de unidades en 2040. Este crecimiento se atribuye a su eficiencia energética y su bajo impacto ambiental.
La producción de cobre en Chile se ha estancado y ha ido perdiendo importancia global. Hoy representa solo el 25% del mercado mundial, a comparar con el 32% de 2013. En su seno, ha perdido peso Codelco. En 1978, la producción de Codelco representaba el 84% del total nacional, el máximo nivel histórico, mientras en 1990 había bajado al 75% y en 2023 llegó a solo el 27%, su peor registro. En el año 2011 se alcanzó el máximo de producción estatal de cobre en Chile, con 1,75 millones de toneladas métricas de producción divisional de Codelco respectivamente (sin considerar sus pertenencias en El Abra y Los Bronces). Bajo la segunda administración de Sebastián Piñera, se registraron retrocesos en 2018 y 2019, un pequeño aumento en 2020 y un estancamiento en 2021. Bajo la administración Boric, se produjeron caídas tanto en 2022 (-10,7%) como en 2023 (-8,4%). La producción de 1,32 mil toneladas de 2023 es un -23,7% inferior a la de 2011, lo que es grave y no es objeto de debate público suficiente. Para los gestores de Codelco, las bajas de producción serían atribuibles a meros gajes del oficio, dado que los «proyectos estructurales» enfrentaron problemas imprevistos, lo que sería el caso de toda operación de esta envergadura. Esta argumentación es risible.
En realidad, Codelco está pagando el precio de años de falta de inversiones suficientes y bien gestionadas. Ha estado dirigida por ejecutivos que no creen en la empresa pública, con malos resultados. Esta situación requiere de un cambio en una empresa que tiende a creer que se debe mandar sola sin control de nadie, con sueldos desproporcionados de sus ejecutivos, que en vista de los resultados no parecen ser demasiado competentes como para justificarlos. El patrimonio de todos los chilenos y chilenas debe cuidarse bajo la vigilancia atenta de la ciudadanía y de sus representantes, pues producciones más bajas son menos hospitales, menos viviendas y equipamientos urbanos y menos infraestructuras sostenibles. Lo que ha ocurrido desde 2017 es simplemente inaceptable. Requiere no solo de una fiscalización democrática mucho más activa de la gestión de su tecno-burocracia sino también de inversiones más sólidas.
Un avance es lo señalado por el ministro de Hacienda, Mario Marcel, quien ha diagnosticado que la política de 100% de transferencia de utilidades al Fisco afectó las finanzas de la compañía, la que debió endeudarse incluso en los ciclos de precios altos del cobre. Marcel ha subrayado que la regla del actual gobierno, que autoriza a Codelco a retener 30% de las utilidades hasta 2024, da más seguridad a la compañía, los analistas, los bancos y las entidades que evalúan la situación financiera de la empresa.
La minería privada enfrenta también problemas, incluyendo la baja de la ley del mineral y las mayores inversiones necesarias para extraer la misma cantidad de cobre. La minería en su conjunto ha tenido mermas de producción, de -1,4% en 2023 respecto al año anterior y de -9,9% respecto a 2018. Pero la operación privada más grande, Escondida, aumentó su producción el año pasado. Lo propio hicieron Collahuasi y Los Pelambres. Las tres suman una producción mayor que la de Codelco.
El mejor desempeño económico nacional esperado para 2024 tiene que ver con la producción de cobre, cuyo ritmo no está vinculado, salvo episodios sociales y climáticos puntuales, a la coyuntura interna sino a la dinámica de largo plazo de expansión de las faenas y a los precios y la demanda externos. El principal producto minero y de exportación del país aumentó en términos físicos en el primer trimestre de 2024 en un 3,3% (41 mil toneladas) respecto al mismo trimestre de 2023. El sector minero privado incrementó su producción en 7,7% (72 mil toneladas), mientras Codelco, otra vez, la disminuyó en -9,6% (-31 mil toneladas).
En 2024 Chile alcanzaría una producción de cobre cercana a 5,5 millones de toneladas, unas 250 mil toneladas más que en 2023. Esto se produciría por el relevante incremento previsto de Quebrada Blanca II, que pasará de 64 mil toneladas en 2023 a unas 230-275 mil toneladas en 2024. La producción de Codelco, según la propia empresa, pasaría de 1,325 mil toneladas en 2023 a 1,390 mil en 2024, un 4,9% más. Lo que está por ver, dado el desempeño negativo del primer trimestre.
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