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5 de octubre

Hoy es un día que está marcado de manera indeleble para mi generación. A 35 años del día en que la dictadura y el más oscuro militarismo fueron derrotados en las urnas, remito (https://gonzalomartner.blogspot.com/.../la-gesta-del-no.html) a lo escrito tiempo atrás sobre el plebiscito de 1988 y lo que viví(mos) ese día.

Agrego que en esta ocasión como nunca tiendo a pensar que fue "el día en que vivimos en peligro", parafraseando el título de la película de Peter Weir. En efecto, por el lado del régimen, según se observó el día de marras hace 35 años, se dieron sucesivos reportes oficiales de votos que daban por ganador al SI contra toda evidencia, y luego los medios televisivos transmitieron dibujos animados durante horas. Y se sabe, por las memorias del general de la junta militar Matthei, que Pinochet buscó desconocer el resultado pasada la medianoche y decretar el estado de sitio, que suspendía todas las garantías y permitía manipular los resultados o eventualmente declararlos nulos. “Querían salir a la calle, con las tropas”, declaró Matthei mucho después. Pinochet no logró el acuerdo de las otras ramas militares porque hubiera dado lugar a una inmediata reactivación de las masivas protestas populares de 1983-86 y dado mayor legitimidad a la lucha armada emprendida por el PC y parte de la izquierda, junto a una aún mayor presión internacional que incluía ahora a Estados Unidos (con episodios equívocos como el de las uvas envenenadas y la suspensión de sus exportaciones). Esto llevó probablemente a Matthei a reconocer la victoria del NO a Pinochet y su régimen antes de reunirse con la junta militar, lo que ya había hecho por televisión en el canal de la Iglesia el jefe de la derecha tradicional, Sergio Jarpa. Al parecer, Merino, de la Armada, terminó de inclinar en la reunión de la junta militar en La Moneda la balanza hacia el reconocimiento de su derrota y la preparación de una "retirada ordenada".
En paralelo, el Frente Patriótico Manuel Rodríguez Autónomo, dirigido por Raul Pellegrín, había preparado, en la hipótesis de un desconocimiento militar del resultado, acciones armadas de cierta envergadura en Santiago y Concepción para la misma noche del 5 de octubre, según diversos testimonios, lo que en todo caso hizo efectivo 16 días después en el asalto al retén de Los Queñes, para intentar establecer una guerrilla rural próxima a Santiago. En ese intento, acompañado de un pequeño grupo imbuido de las ideas foquistas, fue capturado por Carabineros y asesinado con su compañera Cecilia Magni, después de atroces torturas.
Pinochet trató persistentemente de forzar una crisis que le permitiera suspender todo el proceso y mantenerse en el poder, lo que el Comando del NO desde la noche del 5 y días siguientes buscó evitar canalizando la algarabía popular hacia lugares distintos a La Moneda, cuyo asalto hubiera dado lugar a una masacre y constituido un pretexto para Pinochet. Éste buscó ese esquema con persistencia, al punto de dar la orden de asesinar en un momento tan avanzado como el 4 de septiembre de 1989 al dirigente público del MIR Jécar Neghme, para otra vez buscar provocar una respuesta violenta de esa organización, la que no cayó en la trampa, y de ese modo realizar un nuevo intento para suspender las elecciones de diciembre de ese año. En ese evento, toda la oposición se unió para votar por Patricio Aylwin, incluido el PC. Como se observa, la historia pudo haber sido otra, como siempre es el caso, lo que da todavía más valor al triunfo popular del 5 de octubre de 1988, cautelado por muchos miles de personas en cada mesa y recinto de votación, y la apertura de un proceso de transición a la democracia que esquivó múltiples escollos. Los errores cometidos en ese proceso, en especial en la negociación de las reformas constitucionales de 1989 con el régimen militar, junto a la ausencia de voluntad suficiente de realizar cambios económicos y sociales de mínima envergadura para salir del predominio incontrarrestable de la concentración económica y las desigualdades, que terminaron en la rebelión de 2019, no empañan su trascendencia histórica.
Pero también el 5 de octubre es una fecha simbólica para los revolucionarios chilenos, pues en esa fecha en 1974 murió combatiendo valerosamente Miguel Enríquez, el joven médico que dirigía al MIR en la clandestinidad. Reproduzco también lo escrito tiempo atrás sobre su significado (https://gonzalomartner.blogspot.com/.../revolucionarios.html).

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