La derecha y su baile de máscaras

 En La Mirada Semanal

La reciente propuesta de la derecha en temas constitucionales consiste en escuetos titulares y es de antología en materia de baile de máscaras y de disimulación de intenciones.

Los nuevos enunciados de la derecha son: 1.Estado social y democrático de derecho; 2. Modernización y ampliación de los derechos fundamentales; 3. Más democracia y participación para contribuir al bien común; 4. Nuevo presidencialismo y rehabilitación del principio de mayoría; 5. Descentralización y desarrollo solidario de las regiones; 6. Reconocimiento constitucional a los Pueblos Indígenas en el marco de un Estado unitario e multicultural; 7. Protección decidida de nuestro medioambiente y biodiversidad; 8. Igualdad ante la ley, protección de los derechos y fortalecimiento del Poder Judicial; 9. Un Estado íntegro, transparente y profesional; 10. Economía Social de mercado al servicio del desarrollo, del crecimiento equitativo y del término de los abusos superar la pobreza, disminuir las brechas de desigualdad.

Lo notable es que, tal vez con excepción de la denominación de poder judicial, estos enunciados ¡están todos incluidos en la propuesta de nueva Constitución! En todo caso, en ella se reconoce la existencia de una jurisdicción indígena, pero sujeta a la Corte Suprema y sus fallos, como el resto de los tribunales, la que es completamente autónoma de cualquier otro poder del Estado para definirlos, en pleno respeto del principio de separación de poderes. El nuevo Consejo de Justicia que se ocupará de la carrera judicial no atenta, dada su composición, contra ese principio. 

Por otro lado, la propuesta de la derecha menciona nada menos que la "rehabilitación del principio de mayoría", pero ¡sin mencionar compromiso alguno sobre un quórum de formación de las leyes que lo haga efectivo!

Sabemos que la derecha en Chile no cumple sus compromisos, como los contraídos en 1989 para terminar con los senadores designados y el sistema binominal en la primera legislatura. Cuando los expresidentes elegidos iban a dar una mayoría en el Senado a la Concertación, entonces accedieron a terminar con los senadores designados recién en 2005. La derecha bloqueó desde 1990 la voluntad mayoritaria del pueblo en múltiples temas (AFP, Isapres, Universidades, regalías mineras, legislación laboral, regiones y tantos otros). ¿Por qué habríamos de creerles ahora? 

La propuesta de reforma de la derecha es de antología en materia de baile de máscaras. Lo de "disminuir las brechas de desigualdad", es lo más emblemático, pues este bloque político heredero de la dictadura se ha encargado sistemáticamente de mantenerla perpetuando sus mecanismos principales de reproducción: la legislación laboral anti-sindicatos, la tributación desigual, la educación y salud segmentadas, la privatización de la seguridad social. Si creyeran en lo que los partidos de Chile Vamos escriben, debieran votar Apruebo y luego reformar lo que les parezca, siempre que logren las mayorías suficientes y dejen de escudarse en el derecho a veto que mantienen desde 1990. 

Lo que ahora tratan de hacer es mantener la actual constitución ilegítima, llamando a los incautos a votar Rechazo con falsas promesas de cambios futuros que no van a cumplir, pues disponen de los mecanismos de veto para eso. Son la representación de la minoría oligárquica que domina a Chile, y en eso no han cambiado nada desde el siglo XIX. Por eso es tan importante sumar todas las fuerzas posibles para el Apruebo. Entre otras cosas se podrán hacer efectivos los cambios que hoy saca del sombrero la derecha, empezando por el Estado democrático y social de derecho que siempre han rechazado, incluso en la Convención que acaba de discutir una nueva Constitución. 

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