Columna en El Mostrador [ Seguir Leyendo ] La nueva presidenta de la UDI, Jacqueline Van Rysselberghe –imputada por la justicia, pero así y todo elegida en una votación del partido de derecha en que participaron unos siete mil miembros- se va constituyendo en emblema, junto a Sebastián Piñera, de la representación directa del poder económico en el sistema político y del uso de dinero ilegal en campañas. Pero además nos acaba de notificar con toda claridad el 16 de diciembre que entre los valores que inspiran su acción política no está la igualdad y que, más aún, “no creemos en la igualdad”. No obstante, la igualdad es un valor esencial en la vida social y democrática moderna, empezando por la igualdad ante la ley, que es el fundamento de la acción contra toda discriminación arbitraria. También lo es la promoción de la igualdad justa de oportunidades en determinadas esferas (como en el acceso a la educación que no debe depender del dinero ni de las desventajas iniciales sin