Entrevista en El Muro
Señala como ejemplo, el caso del Ministro de Hacienda, Rodrigo Valdés, quien termina siendo una especie de Primer Ministro, pero que en realidad no está de acuerdo con el programa de la Presidenta.
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Con la templanza que lo caracteriza, Gonzalo Martner, ex Subsecretario y ex presidente del Partido Socialista (PS), analiza el complejo escenario por el que atraviesa el Gobierno de la Presidenta Michelle Bachelet y su Gabinete, panorama nada alentador y que las propias encuestas así lo revelan, como es el caso de la última medición de Plaza Pública- Cadem que arrojó un 67% de desaprobación por parte de la ciudadanía.
A la hora de hablar sobre los eventuales factores que han influido en la negativa percepción del Gobierno, Martner indica que se puede deber a un hecho puntual que dejó en evidencia una realidad más profunda. En forma categórica y sin tapujos, advierte: “La legitimidad de la Mandataria estaba basada, esencialmente, en su popularidad, no en su capacidad de gestión, ni en su visión de futuro, sino en su empatía, pero al producirse su baja aprobación, desencadenada hace un año por el tema de su hijo y su nuera (Sebastián Dávalos y Natalia Compagnon en el caso CAVAL), con mayor razón se percibe un gobierno frágil, sin proyectos, sin creación de horizonte y la gente necesita un horizonte y este Gobierno no lo provee”.
Respecto de la manera en que esta segunda administración de Bachelet ha abordado y enfrentado los diferentes temas contemplados en el programa que la llevó a ganar las elecciones presidenciales con el apoyo de los partidos de la Nueva Mayoría, el economista plantea que “el Gobierno impulsó un conjunto de reformas, pero no se dio los medios para llevarlas a cabo. El caso más notorio es el cambio Constitucional, donde la Presidenta prometió en su programa y, hasta no hace mucho, en sus discursos públicos, una nueva Constitución durante su gobierno, pero el resultado práctico es que, al final del mandato, presentará un proyecto de ley a un Congreso que está a punto de cesar en sus funciones”.
Para el ex Subsecretario, la propuesta de que el país contara con una nueva Constitución es una buena metáfora, dice, para graficar, lamentablemente, uno de los aspectos que ha caracterizado a este Gobierno: “Realizar promesas, generar expectativas, pero, insisto, no darse los medios para avanzar hacia esas promesas y cumplir, a lo menos en parte, las expectativas, lo que se aplica a la Reforma Tributaria, a la Reforma Laboral y a la Reforma de la Educación Superior”.
Falta de claridad
Al ser consultado, respecto de las diferencias y rencillas que se han dado al interior de los partidos de la Nueva Mayoría en varias de las reformas impulsadas por el Ejecutivo, donde algunos parlamentarios oficialistas se han encargado de entrampar su tramitación, como ha ocurrido, por ejemplo, en el caso de la Reforma Laboral con los senadores de la Democracia Cristiana (DC), Jorge Pizarro, Andrés Zaldívar, Ignacio y Patricio Walker, Martner sostiene que, a su juicio, “la Presidenta (Bachelet) no ha sido clara con su coalición de Gobierno y decir que no se trataba de firmar un papel que lo aguanta todo, sino en llevar adelante las transformaciones que el país requiere. Esa falta de claridad ha provocado sucesivos bloqueos por parte de su coalición”.
Cuando se refiere a la falta de claridad de la Presidenta, el ex Subsecretario precisa que “debió haber sido mucho más clara y haberle dicho a los que firmaron el programa y, luego, no la apoyaron, que salieran del Gobierno, porque en ese caso, la Presidenta y el resto de su coalición estarían en condiciones de decir ¡no hemos logrado avanzar, porque los que se comprometieron a hacer lo que yo quería hacer, en definitiva, no cumplieron y vamos a avanzar hasta donde podamos! Y decir también, ¡aquí hay gente que se hizo parte de la campaña, en el que había un programa y, ahora, no lo cumplen!”. Agrega que “se ha querido esconder debajo de la alfombra el hecho de que la Presidenta (Bachelet) no tiene el apoyo de su coalición para llevar adelante su programa y al no haber un planteamiento claro, no se sabe lo que la Presidenta piensa, si está a favor de lo que dice la letra de su programa, si está a favor de lo que dicen sus detractores internos y, esto, demuestra que hay un problema bastante de fondo”.
Para Gonzalo Martner, “hay algo un tanto incomprensible en la conducta de Bachelet y que tiene que ver con plantear cambios y transformaciones y poner a cargo a personas que no creen en ellas”. A modo de ejemplo, señala que le llama la atención el comportamiento del Ministro de Hacienda, Rodrigo Valdés, quien “termina siendo una especie de Primer Ministro, que va a todas las reuniones de cualquier tema y que no está de acuerdo con el programa de la Presidenta, ni en materia tributaria, ni en materia de educación, ni en materia de salud y ni en materia de nada”.
¿Cambio de Gabinete?
En cuanto a la posibilidad de que la Presidenta haga un nuevo cambio de Gabinete para intentar, dentro de lo posible, remontar en las encuestas y recuperar la credibilidad de la ciudadanía, el economista asegura que “el problema no es cambiar de Gabinete, sino lo que está haciendo la orientación de la política del Gobierno y para la orientación que se ha definido que es morigerar las reformas, este Gabinete está perfecto. Se requiere que ella (la Mandataria) tome la decisión de llevar adelante la política que está en su programa”.
Añade que “los actuales Ministros son funcionales al diseño de detener las reformas y morigerarlas y mantener el estatu quo de una manera más bien conservadora. Es lo que está ocurriendo día a día y para eso no veo por qué tiene que hacer un cambio de Gabinete”.
Daisy Castillo Triviños/EL MURO
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