Publicado en El Mostrador La actual orientación ortodoxa de la política económica plantea dos problemas con el crecimiento. En primer lugar, deja de poner énfasis en el esfuerzo de inversión pública. Esto disminuirá el crecimiento de corto plazo y el crecimiento potencial. En economía hay muchos debates, pero nadie sostiene que la expansión de la infraestructura no sea un factor importante en el crecimiento –incluso economistas muy conservadores como Robert Barro presentan cálculos favorables de esta variable sobre el crecimiento en el largo plazo–. El esfuerzo público en investigación y desarrollo sigue además languideciendo, en un contexto en que el gasto en I+D total apenas alcanza el 0,4% del PIB –contra un 3% en Japón, por ejemplo–, concentrado pasivamente en una I+D pública frecuentemente alejada de la innovación en procesos y productos y de la diversificación productiva, ni se prevén cambios a la facilidad tributaria que permite a las empresas descontar impuestos por es