sábado, 14 de julio de 2012

Entrevista a La Tercera

Entrevista en La Tercera


Ex presidente del PS Gonzalo Martner: "Bachelet se asoció a un grupo que ha llevado a la ruptura del PS"

El ex presidente del PS anuncia que congelará su militancia en el PS debido a sus diferencias con la conducción del sector de Andrade y Escalona.

por María José Pavez


Ayer en la mañana, el ex timonel del PS Gonzalo Martner recibió en su celular una serie de mensajes de dirigentes del PS. En ellos se le invitaba a asistir a un encuentro convocado por el actual presidente de la colectividad, Osvaldo Andrade, para abordar el escenario de crisis interna y se le instaba a no congelar su militancia en el PS, idea que Martner venía evaluando hace días con algunos correligionarios. Sin embargo, la decisión ya estaba tomada.


¿Cómo ve el actual escenario en la Concertación y los tironeos entre el eje DC-PS y los otros partidos?

La Concertación dejó de existir el día en que fue electo Presidente Sebastián Piñera. Pero en la Concertación siempre hubo un bloque de izquierda. Ese bloque, en tanto tal, eligió al Presidente Lagos en una primaria y a la Presidenta Bachelet en otra primaria que no llegó a culminar, de manera que nunca fue necesario, para que la Concertación expresara los puntos de vista de la izquierda y el centro, lo que ha ocurrido ahora: que el PS divida a la izquierda y que su dirección expresamente haya buscado dividir a la izquierda para subordinarse a la DC.

¿Cree que este giro, que busca asegurar el regreso y triunfo de Bachelet, es un error?

Absolutamente. Es un giro de la actual dirección socialista, un giro de Escalona y Andrade. La ex presidenta fue presidenta sin esta alianza, de modo que simplemente no tiene nada que ver una cosa con la otra. Es un giro hacia la derecha.

¿Cuáles son los principales motivos de su descontento con la dirigencia del PS?

Lo primero es que el PS ya no defiende como institución y con obligación de voto parlamentario, causas que son históricas. Además, ya hay una carencia manifiesta de estado de derecho interno, no se respeta la diversidad interna.

La tercera razón es que el PS abandonó su domicilio político, que fue la izquierda. Soy del pensamiento de los que tempranamente planteó la necesidad de articular a la izquierda con el centro y sigo pensando lo mismo, pero la Concertación no podía nacer con el PC porque estaba en otra política. Entonces no era posible, pero eso no quiere decir que en el seno de la Concertación no hubiese desde el inicio un bloque de izquierda. Escalona y Andrade cambiaron esa política por una de subordinación a la DC.

Hace unos días dijo estar en un “estado de reflexión” por su militancia. ¿Ya tomó una decisión?

Efectivamente, he tomado esa decisión. Sigo siendo socialista, por fidelidad a su historia y a sus valores, pero me declaro autónomo de su estructura y desde hoy congelo mi militancia en el PS hasta que estas cosas no cambien. La dirección verá si me expulsa o no, pero ahora me declaro socialista autónomo, voy a trabajar con gente desde dentro y desde fuera del PS.

¿Es reversible la crisis en el PS?

Menos mal en la vida casi todo es reversible. Espero que este episodio de captura del poder interno por un grupo con intereses propios, al servicio de una persona, sea reemplazado por lo que siempre fue, que es la casa común de la izquierda, un lugar plural.

Concretamente, ¿qué propone?

Tiene que haber un congreso refundacional, al cual el PS debe invitar a otras fuerzas políticas, en la perspectiva de armar un gran partido de izquierda democrático en Chile. Si eso no es posible, al menos un frente amplio progresista que, por supuesto, se mantenga en diálogo, vínculo y alianza, en determinados aspectos, con el centro político, pero no aceptando sus vetos. La gobernabilidad, deben saberlo, creo yo, todos, la garantiza mucho mejor una izquierda fuerte, articulada y coordinada.

¿El encuentro de hoy se enmarca en ese esfuerzo?

Las cosas hay que hacerlas de otra manera. El punto uno de la tabla es recoger la opinión de los ciudadanos. Cuando Andrade le contesta a Boric que Bachelet no necesita comandos juveniles, le está diciendo al presidente de la Fech, que tan importantes roles ha jugado en la historia de Chile, que al PS no le interesa la dirigencia juvenil. Eso es contra lo que yo me estoy rebelando definitivamente.

Andrade llamó a una reunión de ex timoneles ¿Participará en ella?

Francamente, me parece muy poco y muy tarde, pero participo en cualquier reunión a la que se me invite, desde la condición de socialista autónomo.

Durante el gobierno de Bachelet, el PS tuvo un éxodo de militantes. Ahora la crisis parece replicarse a propósito de su eventual regreso. ¿A qué se debe esto?

Porque se produjo la toma del poder en el PS de un grupo interno que, esencialmente, se ha movido por el afán de reconocimiento y por la búsqueda de espacios de poder. Y, desgraciadamente, la ex presidenta se asoció a ese grupo que ha llevado a sucesivas rupturas en el PS.

¿Cuánto influyó el gobierno de Bachelet en esta crisis interna que, a su juicio, se arrastra de esa época?

Me complicó mucho, como presidente del PS, luego de obtener el apoyo unánime del partido a su candidatura, y luego haber hablado con uno y otro liderazgo en el PPD y haber obtenido el apoyo de todos esos sectores... Me dolió mucho que ella dijera que nunca había tenido apoyo de partido político alguno y que era una candidata de los ciudadanos, porque simplemente eso no es cierto. Los dos partidos principales de la izquierda chilena estuvieron detrás de ella. La desvalorización de las instituciones políticas a mí me dolió. Eso se traduce en que, finalmente, se busca gobernar con tecnócratas que hacen grandes errores. Andrés Velasco es un tecnócrata inepto.

Creo que lo que se necesita son instituciones políticas y no liderazgos personales. Siempre en segunda vuelta voy a votar por el no derechista que esté mejor situado, pero no voy a darle, a esta altura de mi vida, apoyos incondicionales a nadie.

¿Esta decisión de quitar peso a los partidos es parte de la génesis de la actual crisis?

De alguna manera, sí.

Entonces, usted piensa que Bachelet tiene una alta cuota de responsabilidad...

Todos nosotros, claro.

No más de lo mismo


Hemos, con algunos amigos, señalado que seguimos siendo  socialistas por fidelidad a su historia  y a sus valores pero que nos declaramos autónomos de la estructura del PS actual por  tres razones. 
Primero, el PS  ya no defiende como institución -y con obligación de voto parlamentario-  banderas  históricas del socialismo, como la educación pública  (dio apoyo a la ley de Lavín) y la defensa de la soberanía de los recursos naturales (dio apoyo al royalty minero de Piñera y en estos días a la ley de pesca de Longueira, con algunas honorables excepciones). Con demasiada  frecuencia se inclina frente a los intereses de las grandes corporaciones, pues se ha hecho permeable a los grupos de presión empresarial. El propio  secretario general firma documentos con lobistas. 
Segundo, el PS carece de Estado de derecho interno: no se respetan las resoluciones de los congresos, la Mesa dejó de ser representativa, el Comité Central sesiona sin quorum, no se respeta la diversidad  interna sino que se procede por el grupo dominante con lógica de tierra arrasada  frente al que piensa diferente. La casa común de la izquierda que contribuimos a crear es cada vez más el refugio conquistado de un grupo sin propósito programático alguno que no sea la búsqueda de reconocimiento por la élite  dominante  y de posiciones burocráticas en el Estado. Es decir un partido al servicio de un grupo de personas y sus intereses particulares, y no el representante de los “trabajadores manuales e intelectuales” creado en 1933.
Tercero, el PS abandonó su domicilio político: la izquierda. Creemos en la necesidad de articular  a la izquierda con el centro. Pero la Concertación siempre tuvo un bloque de izquierda en su seno, que fue capaz de llevar a la presidencia a Lagos y Bachelet. Los parlamentarios  PS y PPD siempre fueron elegidos por los militantes de  ambos partidos. Escalona  y Andrade dividieron al bloque progresista y aceptan sin más trámite los  vetos programáticos y políticos de la DC, que exige mantener a la izquierda dividida. 
No aceptamos la política ni las conductas mencionadas. Mientras estas no cambien, mantendremos congelada nuestra militancia. Trabajaremos como socialistas autónomos, creando un espacio de acción con militantes de dentro y fuera del PS para bregar por reunificar a la izquierda y el progresismo, ojalá en un gran partido plural de la izquierda o al menos en un frente amplio progresista, con una lista parlamentaria que lo exprese. Desde una izquierda reagrupada podremos entendernos amigablemente con el centro, pero sin aceptar vetos, como los que el conservadurismo ha impuesto en materia de aborto, matrimonio igualitario, educación pública y reformas estructurales tributarias, laborales y de defensa de los recursos naturales.  Los partidos deben estar al servicio de causas y no de los  intereses de las personas que logran capturarlos para sus fines.
En materia presidencial, nos guiaremos por adhesiones a programas, pero siempre apoyaremos sin dudas ni tergiversaciones al candidato no derechista mejor situado en la segunda vuelta del año 2013.


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