Entrevista en "The Clinic on line"


GONZALO MARTNER Y LA NUEVA CRISIS EN LA OPOSICIÓN

“Carolina Tohá no quiso asumir la condición de ser la vocera del 17 %”

Miguel Angel Devia 14 Septiembre, 2011 
El ex presidente del Partido Socialista y director del magíster en Gerencia Pública de la Universidad de Santiago, Gonzalo Martner, habla sobre el nuevo quiebre de la Concertación y su archianunciada muerte. Dice que tras el conflicto hay más historia que haber perdido todo el aparataje estatal y con eso los cargos y el poder. De paso, invita a Andrés Velasco y a Ignacio Walker a unirse y dejar a la izquierda tranquila.
¿Estamos asistiendo al funeral de la Concertación?
- En política no hay cadáveres. Así que funeral no, pero sí un momento de crisis que eventualmente puede dar lugar a una nueva coalición. Pero en todo caso yo creo que si hubo un funeral fue en la elección del año 2009. Todo lo que ha venido pasando desde entonces es consecuencia de eso. Hay que constatar que esta coalición, que se concibió como una coalición no ideológica sino que programática destinada a generar condiciones para un cambio democrático pacífico. bueno si esa coalición se reduce a un 28% y ahora a un 17% parece ser que ya no existe como lo que originalmente fue.
¿Entonces lo que tendríamos desde esa elección vendría siendo una especie de agonía?
- Si la decisión de los actuales dirigentes de la Concertación es conservarla como tal, la pueden prolongar mucho tiempo. Hay agonías eternas. Pero mi opinión es que esto no tiene ningún sentido. Que la Concertación se creó para terminar con la dictadura de Pinochet, transitar hacia un régimen democrático, darle gobernabilidad al país y darle gobierno siempre y cuando hubiera acuerdo entre sus fuerzas componentes. Nada de eso ya existe y lo que tiene que ocurrir es una recomposición del paisaje político.
¿Cuál cree que fue el rol del PPD en este quiebre de la Concertación?
- Yo creo que Carolina Tohá no quiso asumir la condición de ser la vocera del 17 %.
¿Y cómo explica este paso de un gobierno con un apoyo de más del 60% a ser una oposición con menos de un quinto de respaldo popular?
- La presidenta Bachelet salió con una aprobación mayoritaria -que aún mantiene- y el candidato de la Concertación obtuvo un 29 %, saque sus conclusiones. A veces las biografías son programa. El presidente Frei, que en 6 años no recibió a los representantes de los detenidos desaparecidos, versus la presidenta Bachelet que estuvo presa, tiene una diferencia grande.
La opción Velasco
Martner, quien fue ex presidente del PS, hace una pausa y mira por la ventana de su oficina en el tercer piso de la Facultad de Administración y Economía de la USACH donde dirige el Magister en Gerencia Pública. “Ahora si me pides mi opinión y no como analista, yo creo que esto ya no tiene ningún sentido”.
¿En ese sentido, la muerte de Pinochet podría haber sentado también las bases de la muerte de la Concertación?
- No, no. Yo creo que no tiene nada que ver. Creo que tiene que ver con cuestiones eminentemente programáticas y de método político.
Las programáticas, explica, quedaron en evidencia a partir de la elección parlamentaria de 1997 donde la Concertación perdió un millón de votos y surgió la disputa entre “autoflagelantes” y “autocomplacientes”. El dilema, según Martner para el programa de la coalición era adecuarse a las instituciones de la dictadura o mantener la aspiración de romper con ella, administrar el modelo neoliberal o cambiarlo. La primera opción fue el camino.
- Esa discusión la ganaron quienes han sido partidarios de adaptarse a las instituciones de la constitución del 80 y de mantener un modelo económico neoliberal por la fuerza y el atractivo que tiene el poder gubernamental. Lo que pasó aquí es que la Concertación dejó de ser arcoiris y se transformó en el instrumento de quienes conciben la política como aferrarse a espacios de poder estatal carentes de toda vocación de cambio y adaptados a la constitución del 80 y el modelo neoliberal.
¿Y de esos quienes que usted dice, se puede hablar de tal o tal partido político?
- No. Acá no hay una cuestión de que los partidos a, b o c tienen posiciones claras. Porque se han transformado todos en entidades que tienen en su seno a personas que en origen pensaron algo distinto pero hoy día hay una diversidad tal que hay personas que piensan lo mismo en un partido o en el otro, hay más diferencias dentro de los mismos partidos que con los otros. Por lo tanto acá no es que se junten el partido A con el B y discutan sus diferencias. Esto es una gran mescolanza.
Luego, según Martner, llegaron quiebres internos y el desencanto con la ciudadanía.
- La política está para hacer cosas no para obtener cargos. Los que decimos que eso ya no puede ser nos planteamos agrupar a los que estamos en eso. Cuando Ignacio Walker dice ‘es que quieren echar a la Democracia Cristiana’, no, queremos no seguir caminando junto a los que se adaptan al veto de la minoría y que se encuentran cómodos bajo la lógica del modelo neoliberal. Y esa no es una ruptura con partidos, sino con posiciones y lo que tiene que haber aquí es un proceso de reagrupación. Que los conservadores se agrupen y que se vayan detrás de la candidatura de (Andrés) Velasco que es la que mejor los expresa, o la de (Ignacio) Walker que es más o menos lo mismo.
¿Cómo ve el coqueteo de Andrés Velasco con una posible candidatura presidencial?
- Tiene todo el derecho, que lo haga. Estamos en democracia. Yo no comparto nada la visión política y económica de Andrés Velasco, pero él tiene todo el derecho a querer ser candidato. Y creo que sería muy bueno porque permitiría que se exprese un punto de vista ya no soterradamente como hasta aquí. Ya no a través del lobby, ya no a través del financiamiento de campañas, a través de la influencia indebida sino que abiertamente una postura neoliberal. Lo que uno pide es consistencia. No puede decir que un paro es algo que no hay que hacer como ministro de Gobierno y como oposición encuentre que sí hay que hacerlo.
¿Cree que fue un autogol el apoyo de los partidos de la Concertación apoyar el paro del 24 y 25?
- No. Todo lo contrario. ¿Por qué unos partidos que declaran compartir objetivos con el movimiento social no lo van a apoyar? Me parece ridículo.
¿Porqué cree que perdió el ala más de izquierda dentro de la Concertación su poder frente al grupo más conservador? ¿Si su visión no se impuso, no puede ser simplemente porque no tuvieron el respaldo ciudadano suficiente en su momento?
- Yo voy a hablar por mi: en este caso yo pensé que había personas que tenían posturas cercanas a quienes no estábamos dispuestos a adaptarnos al sistema constitucional del 80, ni a las políticas económicas. Y esas personas en realidad estaban en una posición contraria a la que decían. Esas personas estaban en otra cosa muy poderosa: mantenerse apegados a donde están las granjerías del Estado y del poder.

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